Las propuestas son ideas, estrategias y proyectos que dan lugar a experiencias piloto. Afrontan los retos que se plantean de la mano de los agentes implicados y se materializan en un emplazamiento definido de Barcelona o Medellín.
«¿Cuál fue el primer lugar que nos sedujo? Debe de existir pero no se recuerda; tal vez fue una calle en medio de la lluvia, convertida en una serie de planos grises que se desvanecían en el horizonte. Tal vez fue una plaza de pueblo llena de árboles, cuya sombra protegía del sol inmisericorde. Tal vez una casa republicana atiborrada de objetos y llena de colores. Quizás puede ser su propia habitación, que en algún momento de la noche se ofrece cálida y seductora para el disfrute mismo de habitarla.»
«El verbo habitar supone una serie de lugares, pero en cada momento de la vida siempre hay “un lugar”. ¿Cuál es ese lugar?»
Hoy, como jóvenes arquitectos colombianos, queremos hacer una reflexión sobre el valor del espacio habitado. De la construcción material que permite al hombre extender su yo y poder ser, o viceversa. El lugar que permite dejar una huella y decir: allí habito.
Para responder a las cuestiones planteadas pretendemos concebir el hábitat de un ecosistema urbano y humano en pequeñas maquetas, algunas en representación de la realidad y otras como una posible solución.
«El espacio de la habitación debía asimilarse al deseo de ser reconocible. Las cosas se ordenaban entonces por colecciones. Los objetos recogidos aquí y allá cobraron presencia. Los libros comenzaron su expansión en una minúscula biblioteca. Un pequeño radio transmitía los secretos de una música aparentemente ininteligible. El sexo empezaba a inquietar.»
Una vez más, «¿Cuál es ese lugar? [...] De niño es la habitación y tal vez la casa; más adelante, el barrio y la ciudad».
Alberto Saldarriaga Roa, Los lugares habitados (2010)
